domingo, 26 de octubre de 2008

Cuán determinantes son los genes?

"Yo nací para violar". Asi expresó Josef Fritzl el austriaco que durante 24 años tuvo cautiva a su hija en el sótano de la casa, y con quien tuvo varios hijos.

Fritzl no es el primero, ni será tampoco el último que utiliza el argumento de "haber nacido para...", y con lo cual, se excluye todo tipo de cambio y modificación, ya sea en el carácter como en la conducta. Cuántas veces hemos escuchado aquello de: "yo soy asi, que voy hacer, nací de esta manera", como dice la letra del tango, y con lo cual echamos mano de la herencia genética.

Hace unos años atrás, conocí en Suecia a Veikko Anttila, nacido en Uleåborg, Finlandia en 1957. Veikko muestra el típico fogoso caracter finlandés. Alguna vez fue drogadicto viviendo en el campo de la delincuencia, y a causa de esto fué expulsado de Noruega y tambien de Dinamarca. En Suecia tambien cometió sus fechorías. En su propio país Finlandia fué detenido y acusado de una muerte, de la cual después fue liberado de culpa y cargo, pero para él fue una experiencia muy dramática.

En Suecia se procuró ayuda sicológica para liberarse de la drogadicción, pero los tratamientos tradicionales no le pudieron ayudar. Un buen día, entró en contacto con una organización cristiana, "LP-kontakt", y ahi comenzó a funcionar la rehabilitación. Al segundo encuentro, Veikko "encontró a Cristo", como él lo dice, y desde entonces todo cambió para él.

Veikko ha hecho varios cursos en diversas escuelas bíblicas, y también ha trabajado en distintas iglesias con la misión de ayudar y rescatar a otros que como él, han ido quedando a la vera y en la banquina del camino de la vida.

Hoy Veikko se está preparando para ser Oficial en el Ejército de Salvación,("Frälsningsarmén"), y a menudo se lo ve por alguna plaza o parque de Estocolmo, con su uniforme y su guitarra, cantando y testificando de lo que Cristo ha podido hacer en su vida. Para él, ahi está el verdadero secreto del cambio que se produjo en su persona: el encuentro con Cristo, por medio de una experiencia de fe.

Es que aun hoy, cuando las técnicas, recursos y conocimientos humanos estan tan desarrollados, pero muchas veces sobrevaluados, encontramos gente y casos como el de Veikko Anttila, que no se creyó aquello de que "somos nacidos para...", ni tampoco lo utilizó como argumento para continuar con sus fechorías, y un día decidió buscar otra alternativa para su pobre y desastrosa existencia. Y esa alternativa la encontró en Cristo a través de la fe.

¡Creer ó reventar!