jueves, 8 de abril de 2010

Un "argentinómetro" para Messi

Alguna vez César Luis Menotti dijo que el hincha de fútbol “es inteligente”. Comprendo que dn César Luis es bastante diplomático y también suficientemente inteligente el mismo, como para no defraudar al “grueso” de los hinchas, pero me parece que no lo dijo en serio. Porque si hay tipos que viven en una cápsula de irracionalidad casi absoluta, son justamente la mayoría de los hinchas futboleros.

Hoy en Argentina, la aficción futbolistica, y otros también , estan divididos entre los pro-Messi y los contra-Messi. Cosa nada rara para un país que si en algo se distingue es por sus profundas y ya tradicionales divisiones que no alcanzan solamente lo deportivo sino también los aspectos políticos, sociales, y aun morales.

Pareciera que el mayor dilema que aqueja a los argentinos en relación con Messi, es el bajo rendimiento, segun dicen ellos, que “El Pulga” tiene en la Selección nacional y que para nada se compara con lo que produce en su equipo, hoy considerado el mejor del mundo, el Futbol Club Barcelona, comunmente conocido como “el Barça”.

Resumamos un poco la vida de éste muchacho, hoy considerado por muchos como el MEJOR JUGADOR DEL MUNDO. Lionel Andrés Messi nació en Rosario, R.A., el 24 de junio de 1987. Si bien jugó algun tiempo en Newell´s Old Boys, de su ciudad natal, con apenas 12 años se trasladó con su familia a Barcelona, dónde el Barça le pagó el tratamiento hormonal que necesitaba mientras entrenaba/jugaba en el Club.

Es decir, Lionel Messi prácticamente terminó de crecer y madurar en el ambiente barcelonista, tanto en lo físico y deportivo, como en lo emocional y cultural. Hoy, después de diez años, podríamos decir que Messi es argentino “por accidente geográfico”; lo demás es un producto netamente catalán. El Nou Camp es su habitat natural.

¿Cuál es el problema que los argentinos tienen con Messi? El problema es que la sociedad argentina en general está en una profunda crisis de identidad, y como ya lo dije, con no menos profundas divisiones y necesitados de “messianizar” a algun personaje. Antes fué Maradona, y ahora buscan desesperadamente uno nuevo. Lo tienen ahí, pero el "ahí" está en Barcelona, no en Argentina.

Y hoy pareciera que, a Messi le han aplicado una suerte de “argentinómetro” para medirle lo auténtico de su argentinidad por medio de su rendimiento en la Selección nacional. Si la selección argentina, - y observen que escribo “selección”, no Argentina, - llegara a ganar el Mundial, Messi sería una especie de nuevo “dios argentino”, pero si, por el contrario la selección fracasara, perdiendo, entonces Messi sería el más grande de los apátridas y traidores a la “sagrada patria argentina”. Un vendido al stablishement europeo.

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